Hay que tener cuidado con lo que se desea, dice el dicho. El FC Barcelona ya tiene a su entrenador deseado: Xavi Hernández.
Dice Leiva, en su canción «Stranger Things» que hay un idiota con los ojos vendados. Esta frase, que no se vincula demasiado con el tema del que estoy escribiendo, me viene a la cabeza cuando leo y escucho sobre el mundo del fútbol. En los últimos tiempos, el FC Barcelona ha luchado, y lo ha hecho saber a los cuatro vientos que su entrenador elegido, el «profeta» para sacar al club de la travesía por el desierto era uno de sus mitos: nada más y nada menos que Xavi Hernández.
El de Terrassa, uno de los futbolistas más laureados de la historia de la entidad azulgrana, ha sido el seleccionado por Laporta, por cierto, el primero en tener sus dudas del que es hoy su técnico por ir en otra candidatura, para hacerse cargo de una tarea tan complicada como surrealista en el caso de los que hemos vivido el fútbol del Barcelona de Pep Guardiola y del que él, como centrocampista, fue pieza clave.
Una opción de lo más arriesgada
Laporta se lo juega todo, absolutamente todo a una carta. Con un técnico que solo ha entrenado en Qatar, la idea es buena, muy buena. El barcelonismo lo espera como agua de mayo y Xavi está ansioso por ponerse al frente del equipo, lo cuál es una señal muy positiva de lo que pueden ser los nuevos tiempos en Can Barça. Además, el entrenador ha insistido en el concepto de orden y normas, dejando claro que a pesar de haber compartido vestuario con algunos de sus ya nuevos jugadores, no se va a dejar amedrentar por los recuerdos pasados con todos ellos.
Sin embargo, esto no deja de ser una apuesta arriesgada, ya que Xavi no deja de ser un preparador que no tiene experiencia en el fútbol de élite. Eso sí, en su favor hay que decir que Pep Guardiola, santo y seña del barcelonismo, apenas la tenía cuando precisamente Joan Laporta le convirtió en su entrenador allá por el 2008… y miren el resultado de esa apuesta del presidente.
Xavi, ante un volcán ahogado
El cuadro azulgrana ha perdido mucho fuelle en los últimos tiempos. Se han marchado sus grandes estrellas, el rendimiento de los que están no ha sido tampoco el deseado, ni mucho menos. Sin embargo, si hay alguien que es capaz y que puede sacar adelante todo lo que está pasando en el club azulgrana, es Xavi Hernández.
Si consigue imponer orden y normas en el vestuario, la victoria será suya. Muchos de los jugadores hoy señalados son estrellas en muchos equipos. El reto es mayúsculo, y el catalán, campeón del mundo, ya sabe lo que es el vestuario del Barcelona. Conoce la casa perfectamente, y es una persona que tiene lo que hay que tener para hacerse cargo de este gran desafío que puede ser el que le encumbre.
Puede que ya queden pocos idiotas con los ojos vendados…